Dos días después de que ETA invitara a la comunidad internacional a impulsar el proceso, la cuestión de la mediación ha entrado decididamente en la agenda internacional. Como datos, ayer fue preguntada por ello la ministra de Interior de la Comisión Europea, mientras uno de los firmantes de la Declaración de Bruselas, el ex presidente sudafricano Frederik De Klerk, se mostraba dispuesto a implicarse personalmente y otro de los expertos internacionales, John P. Linstroth, hacía ver a Washington que en Euskal Herria tiene una «oportunidad» para impulsar una solución.
De todas estas manifestaciones, la más concreta fue la de De Klerk. Su nombre ha sido citado en ``El País'' junto a los de Desmond Tutu, John Hume y Mary Robinson como «candidatos» a implicarse en una comisión negociadora internacional. Así las cosas, la agencia France Presse contactó con un portavoz suyo, que indicó que De Klerk «contemplará esta mediación cuando la propuesta le haya sido trasladada y después de una consulta con todas las partes implicadas, entre ellas el Gobierno español».
Este portavoz de quien fuera presidente sudafricano entre 1989 y 1994, además de Premio Nobel de la Paz en 1993 junto a Nelson Mandela, añadió que «hace un tiempo, el señor De Klerk se asoció con otros premios Nobel y líderes internacionales para sostener la llamada a la interrupción de la violencia» en Euskal Herria, y añadió que «es feliz de ver que esto toma cuerpo».
Bruselas: alto el fuego positivo
``El País'' afirma que una eventual comisión negociadora internacional supervisaría el desarrollo de la Declaración de Bru- selas, sobre la que ETA acaba de declararse dispuesta a hablar. Así, especula con que su objetivo sería realizar una verificación del alto el fuego y al mismo tiempo determinar «cuál debe ser la respuesta del Gobierno».
Tras esta publicación, en Bruselas fue preguntada por el asunto la comisaria de Interior, Cecilia Malmström, que afirmó que por el momento la Comisión Europea no ha abordado el tema ni lo ha discutido con el Gobierno español. Se situó simplemente a la expectati- va: «Si habla con nosotros, ya veremos». En cualquier caso, Malmström valoró como «positiva» la decisión de ETA de no realizar acciones armadas ofensivas, que Madrid ha preferido tildar de «insuficiente».
Otro de los firmantes de la Declaración de Bruselas es el noruego John P. Linstroth, y también ha valorado la situación en Euskal Herria en una entrevista a una revista especializada que agencias españolas difundieron ayer. En ella este miembro del Internacional Peace Research indica que «claramente debe haber una mediación internacional en este conflicto, porque desde mi conocimiento el Gobierno español tiene una postura muy intransigente con los vascos». Este experto cita el caso de Jon Anza, la práctica sistemática de la incomunicación o la ilegalización.
Linstroth añade además que «el presidente Obama y su Administración tiene una buena ventana de oportunidad aquí para cambiar el bloqueo del conflicto vasco y ayudar a un proceso de paz».
PSOE y PP, recelosos
En el Estado español, portavoces de PSOE y PP expresaron recelos ante la idea de la mediación internacional, pero sólo Jaime Mayor Oreja, como es habitual, dijo que se está produciendo ya un proceso de negociación.
Por parte del PSOE, María Teresa Fernández de la Vega y Leire Pajín incidieron en que el Gobierno español no variará «un ápice» su política. En Euskal Herria, su compañero José Antonio Pastor manifestó no saber si la mediación internacional «es una buena o una mala idea».
La secretaria general del PP, María Dolores de Cospedal, afirmó que «no hacen falta mediadores», sino que ETA deje las armas y que eso se verifique «con posterioridad». Sin embargo, Mayor Oreja insistió en su discurso autónomo: «El comunicado de ETA y la reacción inmediata de los mediadores confirma un proceso de negociación».
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