Este es el tercer punto de su respuesta a los firmantes de la Declaración de Bruselas, entre los que se contaban varias personalidades galardonadas con el Premio Nobel de la Paz [el texto y el listado se pueden ver en la página siguiente]. En el primero de los puntos, ETA recalca que «el conflicto de Euskal Herria con los estados español y francés se asienta en profundas razones políticas. Por eso, para superar el conflicto hace falta, más que pasos parciales, una propuesta integral que recoja las raíces del conflicto y desate sus nudos».
«La solución debe ser firme»
En la misma línea, ETA afirma acto seguido que para que se produzca una superación «definitiva» del conflicto, «la solución debe ser firme inevitablemente, construirse en torno a compromisos multilaterales y desarrollarse a través del diálogo y de la negociación».
«Si hay voluntad democrática, hoy y aquí es posible solucionar el conflicto», recalca ETA.
En estos últimos meses han sido varios los agentes políticos que han insistido en que ETA no había dado respuesta directa a la Declaración de Bruselas. Al respecto, la organización armada deja claro en su mensaje que concede gran valor a la iniciativa. Destaca que entre los firmantes hay «personalidades con mucha experiencia en la solución a conflictos duros» y que la declaración «se ha convertido en una referencia innegable» en Euskal Herria.
En consecuencia, expresa antes que nada su «respeto y agradecimiento a los hombres y mujeres que firmaron la Declaración» y añade que la toma como una aportación.
La metáfora del barco
En el mensaje destacan las reiteradas afirmaciones de la organización armada sobre su «disposición» a buscar la solución, y también la alusión al impulso unilateral de esta iniciativa, que se subraya con una figura gráfica: «Frente a la cerrazón de España y Francia, ETA ha hecho zarpar de nuevo el barco de la oportunidad para la resolución democrática del conflicto. Y ha tomado la primera decisión sin echar el ancla, con disposición a navegar en aguas más profundas».
En los últimos párrafos de este comunicado, la organización armada vasca insiste en que es posible la solución si hay voluntad, y pone como ejemplo que en las últimas dos décadas «no son pocos los nuevos estados que han surgido en el corazón de Europa y que han encontrado la aceptación internacional». Cita también a Groenlandia y Escocia, como «pueblos que están construyendo su soberanía dando cauce a la voluntad de la ciudadanía».
Aunque subraya que es consciente de que la clave de la solución reside en Euskal Herria, ETA valora como «muy importante» la aportación internacional. En este sentido, hace un llamamiento a los agentes e insti- tuciones internacionales «para que impulsen y para que participen en la estructuración de un proceso democrático que dé solución permanente, justa y democrática a un conflicto político de siglos».
Seis meses
El comunicado está dirigido en esta ocasión expresamente a la comunidad internacional, según se subraya desde el encabezamiento.
Incluye otras afirmaciones que resultan novedosas informativamente. Así, después de que hace dos semanas ETA afirmara que meses atrás tomó la decisión de no realizar acciones armadas ofensivas, ahora concreta que cuando se dio a conocer la Declaración de Bruselas ya se había entrado en ese escenario: «Han pasado seis meses desde la Declaración de Bruselas de marzo (...). Como es sabido, en estos seis meses ETA no ha llevado a cabo acciones armadas. Para entonces ETA ya había dado la orden de cesar en sus acciones a los grupos operativos que tenía preparados», detalla.
A raíz de la declaración difundida hace dos semanas por la BBC, el Gobierno español admitió que efectivamente sabía que ETA había interrumpido sus atentados, aunque lo había ocultado. En declaraciones públicas, el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, ha situado esta decisión más o menos en torno al mes de febrero, lo que coincide con la afirmación que realiza ahora ETA.
«Lo han desperdiciado»
Este comunicado llegado ahora a GARA hace una referencia a los sucesivos gobiernos españoles y su actitud respecto a su acción armada. Denuncia que «la han puesto como excusa, afirmando que mientras haya lucha armada no puede haber solución alguna». Sin embargo, les reprocha que cada vez que ésta se ha interrumpido «han desperdiciado la oportunidad. Al parecer, con lucha armada no hay opción, y sin lucha armada ya no hay necesidad». ETA lo considera una «vieja forma» de enquistar la situación.
En la primera parte del comunicado, ETA explica a la comunidad internacional las raíces históricas del conflicto político y el enfrentamiento violento que ha producido. Introduce en su análisis afirmaciones como ésta: «La Historia ha dejado una enseñanza principal a Euskal Herria: que las seudosoluciones de hoy son la fuente de conflictos futuros».
Alude a su acción armada, pero también al «terrorismo de Estado», la tortura, la existencia actual de más de 700 presos o el hecho de que uno de ellos, Joxe Mari Sagardui Gatza, lleve 30 años en prisión. Y enumera sus iniciativas para tratar de superar el conflicto democráticamente: la Alternativa KAS (1976), las conversaciones de Argel (1989), la Alternativa Democrática (1995), el alto el fuego de 1998 o el último intento de negociación de 2006.
«Es difícil entender la lucha armada en Europa –admite ETA en uno de los extractos de su comunicado–, pero ¿no es más difícil de entender que a los ciudadanos vascos se les niegue el derecho a decidir su futuro libre y democráticamente?», pregunta a continuación en su mensaje a la comunidad internacional.
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