martes, 15 de junio de 2010

El PP mueve sus «líneas rojas» para no quedarse en fuera de juego


El PP empieza a repintar las «líneas rojas» que puso contra el proceso negociador de 2005-2007. Mejor dicho, las desplaza unos metros más allá. Ayer sacó a escena a Aznar y sus tres ministros de Interior, en una comparecencia que evidencia su miedo a que la solución al conflicto llegue en la era del PSOE. Busca al menos algún rédito de una dinámica que, sin embargo, como admite Mayor Oreja, no depende del Estado, sino de la izquierda abertzale.

Los avances hacia un nuevo escenario realizados en exclusiva por la izquierda abertzale tienen muy preocupado a José María Aznar y su equipo. El ex presidente español ya no calla su temor ante la posibilidad de que la apuesta por el proceso democrático desemboque, más temprano que tarde, en la solución al conflicto. Un conflicto que, como todo el mundo sabe, el PP dejó intacto en sus ocho años de gobierno. Y un conflicto que, de hecho, le obsesionó hasta llevarle a perder La Moncloa, al intentar imputar a ETA la autoría del 11-M

Aznar advierte al PSOE de que «nadie tiene derecho a malgastar» los años de combate. Lo hace en el prólogo de ``España, camino de libertad'', uno de esos libros escritos ad hoc para reforzar la estrategia de un partido. De hecho, lleva la firma del portavoz de Interior del PP, Ignacio Cosidó, y está editado por FAES.

El mensaje principal, la nueva línea roja, es que debe impedirse a toda costa que la izquierda abertzale vuelva al terreno de la legalidad, con el que se cercenaría el imprescindible debate sobre el marco político en igualdad de condiciones. «Las falsas expectativas no son más que un plato recalentado de la cocina de ETA -se quejó ayer Aznar-, aderezado por sus apoyos políticos y presentado por esos supuestos mediadores internacionales para hacerlo más atractivo a las voluntades erráticas y a los cálculos oportunistas». Para Angel Acebes, «el buen camino no puede ser que ETA vuelva a las instituciones». Y para Mariano Rajoy, «no se pueden presentar a las elecciones ni los terroristas ni sus franquicias, los llamados buenos u hombres de paz».

Junto a Rajoy y Acebes, en la presentación participaron Aznar y Jaime Mayor Oreja. Eran el presidente y el ministro de Interior que decidieron sentarse con ETA y HB. Todo el mundo sabe que eso ocurrió, en los años 1998 y 1999, en Zurich y en Burgos.

Artículo completo en Gara

No hay comentarios:

Publicar un comentario