Diez ciudadanos vascos se encuentran desde ayer incomunicados en manos de la Guardia Civil. Fueron apresados, por orden del juez de la Audiencia Nacional española Fernando Grande-Marlaska, en Bizkaia y Gipuzkoa. Las filtraciones les imputan delitos de «integración» o «colaboración» con ETA pero sus identidades arrojan otra realidad: los detenidos son ex presos políticos vascos, familiares de represaliados y abogados que les atienden. El movimiento pro-amnistía concluye ya que nos encontramos ante «un ataque a la defensa y la solidaridad hacia el Colectivo de Presos Políticos Vascos».
El movimiento pro-amnistía mostró su solidaridad con los arrestados y su preocupación sobre el trato que puedan recibir en comisaría. Según recordó, en las últimas operaciones policiales ordenadas por Grande-Marlaska y llevadas a cabo por la Guardia Civil los testimonios de tortura han sido «graves».
Desde el organismo antirrepresivo relacionaron la operación policial con la situación política y censuraron que, mientras en Euskal Herria se están dando «pasos» para iniciar un «proceso democrático», el Gobierno español responde con la «represión». En su opinión, «está claro que el Estado ha leído bien los movimientos políticos que se están dando en Euskal Herria. Pretenden evitar una solución política y por eso utilizan la represión política». En este sentido, subrayaron que «la calle es el lugar para responder a la represión».
miércoles, 14 de abril de 2010
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario