Golpes por todo el cuerpo, aplicación de la bolsa hasta quedar casi inconsciente, amenazas sobre su hijo pequeño y compañera sentimental, flexiones hasta la extenuación entre patadas y gritos... Peio Olano, el último detenido por la Guardia Civil, relata que en las sesiones de tortura sufridas le obligaron a aprenderse las dos declaraciones policiales que fue obligado a realizar en comisaría.
Noticia en Gara
viernes, 15 de enero de 2010
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