La izquierda abertzale ha constatado que este tiempo se caracteriza por el agotamiento del modelo del autonomismo actual y por la persistencia de una situación de bloqueo basada en la represión. La conclusión de este proceso de debate es, por tanto, la convicción de «llevar a cabo el cambio de ciclo, para avanzar en el cambio de marco y en la resolución del conflicto».
Según las fuentes consultadas por este diario, lo que las bases del independentismo han constatado es que deben situar el trabajo realizado durante años en el camino de ganar y «si en su momento ese camino pasaba por resistir, hoy se basa en el cambio». Para ello, han analizado cuáles son los instrumentos y puntos de apoyo más adecuados, llegando a la decisión de que han de «priorizar la dimensión política» y «acumular fuerzas para el cambio». «Ha llegado la hora de intentar crear una nueva situación», apuntan.
El objetivo de esta fase es, por tanto, conseguir ese cambio político que, según señalan, «se base en el reconocimiento nacional de Euskal Herria y en la aceptación del derecho de autodeterminación». La izquierda abertzale entiende que hay condiciones para ello, visto el agotamiento del marco, que otros agentes abertzales comparten esta tesis y que la mayoría de la sociedad apuesta por la solución del conflicto en términos democráticos. El cambio deberá tener un claro componente de construcción nacional y se constata, además, que «quedaría cojo sin cambio social». Por eso, se mantiene que es preciso no sólo hacer frente a los estados, sino también «a las injusticias que impone el modelo neoliberal». La lucha de izquierdas debe marcar la orientación del cambio y, en esa materia, «el trabajo que ha de realizar el sindicalismo es fundamental».
Editorial de Gara: Es momento de activar el poder del pueblo y las personas, sólo ellas pueden cambiar las cosasSegún las fuentes consultadas por este diario, lo que las bases del independentismo han constatado es que deben situar el trabajo realizado durante años en el camino de ganar y «si en su momento ese camino pasaba por resistir, hoy se basa en el cambio». Para ello, han analizado cuáles son los instrumentos y puntos de apoyo más adecuados, llegando a la decisión de que han de «priorizar la dimensión política» y «acumular fuerzas para el cambio». «Ha llegado la hora de intentar crear una nueva situación», apuntan.
El objetivo de esta fase es, por tanto, conseguir ese cambio político que, según señalan, «se base en el reconocimiento nacional de Euskal Herria y en la aceptación del derecho de autodeterminación». La izquierda abertzale entiende que hay condiciones para ello, visto el agotamiento del marco, que otros agentes abertzales comparten esta tesis y que la mayoría de la sociedad apuesta por la solución del conflicto en términos democráticos. El cambio deberá tener un claro componente de construcción nacional y se constata, además, que «quedaría cojo sin cambio social». Por eso, se mantiene que es preciso no sólo hacer frente a los estados, sino también «a las injusticias que impone el modelo neoliberal». La lucha de izquierdas debe marcar la orientación del cambio y, en esa materia, «el trabajo que ha de realizar el sindicalismo es fundamental».
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