El abogado sudafricano y mediador en conflictos políticos, y que en el caso de Euskal Herria describe su tarea como «facilitador» y a sí mismo como «un agente de paz», expuso ayer en el Círculo de Bellas Artes de Madrid su análisis sobre la situación política abierta tras la publicación de la resolución «Zutik Euskal Herria», ofreciendo trazos de los pasos que entiende se deben dar para situar la paz en perspectiva. Una declaración de voluntades que el propio Currin no escatimó en calificativos como «importante», «sincera», «responsable», donde se ha ejercido «un liderazgo verdadero», y defendiendo que «hay que reconocerlo nacional e internacionalmente, y de forma positiva».
Sin embargo, Currin insistió en que la «transformación de conflictos» debe ser plural, por todas las partes implicadas, para que ese proceso de paz llegue y sea exitoso. Y es por lo que dijo que es «imprescindible» que el Ejecutivo español responda de forma positiva a la declaración. Porque si lo primero es recuperar la confianza, también consideró necesario que el ambiente no esté viciado por la violencia recíproca. Y violencia llamó también a los abusos de las FSE, a las leyes excepcionales construidas bajo una premisa securócrata y con la idea baldía de «una victoria» mediante la acción policial.
martes, 23 de febrero de 2010
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